Lo más fácil era traerlas de China a un precio irrisorio o hacer caso omiso de la prohibición de plásticos de un solo uso. Pero los organizadores de Ulibro optaron por un vistoso emprendimiento que genera impacto social.
Camila Botero Santos, directora de UNAB Cultural, se muestra orgullosa por la iniciativa que permitirá que diez habitantes de esta ciudad cosan las bolsas de tela que se venderán a los visitantes de la XXII Feria del Libro de Bucaramanga, la cual se llevará a cabo del 23 de agosto al 1 de septiembre en las instalaciones del Centro de Eventos y Convenciones Neomundo.
En los talleres de la empresa Comertex, Eddy Morela Lenis Chona, Luzmila Velásquez Loza, Doris Benavides Bermúdez, Clara Inés Sánchez, Crismar Sanoja, Astrid Uribe, Claudia Patricia Jaramillo y Mayerlin Barrientos Barón recibieron la capacitación que les permitirá confeccionar las bolsas que servirán para llevar los libros adquiridos, pero también para seguirlas utilizando en otros menesteres y de esta forma contribuir en algo a la descontaminación del planeta.
A cambio, ellas no solo recibirán 4.000 pesos por las 40 bolsas que cada una elabore, sino que se les abrirá la posibilidad de hacer más productos para el hogar que se comercializarán en la tienda que con tal fin se está adecuando en el almacén de Comertex ubicado en la calle 37 con carrera 13. La materia prima es una tela denominada moka, que mezcla poliéster y algodón en color crudo, con un tejido plano que permite más firmeza y que se estampará empleando la técnica DTF con la imagen alusiva a “Palabras Vivas” –que es el lema de Ulibro este año–.
Doris Benavides agradece la oportunidad laboral que la Universidad UNAB y la textilera les está brindando. Calcula que gastará entre 12 y 15 minutos armando cada bolsa en la máquina plana y en la fileteadora, y afirma que además del ingreso, se siente motivada porque puede trabajar y aportar a la economía de su hogar ubicado en el barrio Morrorico.
“Nos exigen calidad, cumplimiento y mucha responsabilidad, para que así como se dio este proyecto vengan muchos más”, dijo Luzmila Velásquez, quien durante su vida se ha desempeñado en labores de modistería y dice que está dichosa porque puede laborar en lo que le gusta y sin tanta incertidumbre. Ella reside en el barrio Villa Rosa, en Ciudad Norte.
“Estamos creando un producto que sirve a la comunidad, nos sentimos útiles, apoyamos la cultura y lo hacemos con mucho amor”, complementó Luzmila, quien adviertió que a su edad es casi imposible que las contraten en una factoría.
Eddy Morela Lenis migró de Venezuela y aseguró que haberla tenido en cuenta tiene una repercusión significativa en el sustento de su familia.
Una de las directas responsables de este emprendimiento es Amanda Arenas Sánchez, quien como coordinadora de sostenibilidad del Grupo OBA y a nombre de Comertex se siente satisfecha de poder brindar una chance a este grupo de mujeres, que se reflejará en una mejor calidad de vida. “Hay que creer en la gente y todos merecemos tener oportunidades. Este es un piloto de proyectos pequeños, pero tenemos en la mira cosas más grandes. Yo les digo que tenemos que responder con calidad, tiempo y compromiso porque vendrán otros proyectos. En el camino escogeremos las personas más comprometidas y le daremos solidez a este sueño”, subrayó.
“Tenemos que velar por el trabajo y la economía local para que las empresas del sector no decaigan y a la vez personas como ellas tengan un ingreso. Además, si seguimos trayendo de otros lados el crecimiento va a estar afuera y no lo vamos a tener acá. El talento lo tenemos; nos falta es creer y meterle el hombro como lo estamos haciendo en Comertex y en la Universidad UNAB”, acotó Amanda Arenas.
La primera puntada se dio el año pasado cuando con el apoyo de Comfenalco, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) se les brindó capacitación a 30 mujeres, 10 de las cuales contaron con el soporte adicional de la organización de ayuda humanitaria World Vision –que les entregó máquinas de coser y cortadoras– convirtiéndose ahora en artífices de las bolsas de la Feria del Libro de Bucaramanga.
Quienes adquieran el pasaporte “Amigos Ulibro” –que tiene un costo de 75.000 pesos–contarán con acceso prioritario a los eventos y se les entregará una bolsa de tela con la programación impresa, una agenda, una postal, un separador de libros y un lapicero de recordatorio, así como la respectiva escarapela que asegurará a sus portadores que los guías los acomoden en el espacio reservado para tal fin.
La versión número 22 de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2024, un proyecto organizado por la Universidad UNAB y apoyado por el Programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y la Biblioteca Nacional de Colombia, se realizará del 23 de agosto al 1 de septiembre en Neomundo Centro de Convenciones de Bucaramanga.