Le rinden homenaje al escritor Gonzalo España Arenas

La presentación del libro “El espino y la flor de nácar” estuvo antecedida de un emocionado homenaje a la vida y obra del escritor Gonzalo España Arenas, quien recibió decretos de honor y distinciones por parte de la Gobernación de Santander, las alcaldías de los municipios de Bucaramanga y Los Santos, así como de la Academia de Historia del departamento, quienes destacaron el aporte a la cultura de la región de este prolífico autor bumangués nacido en 1945.

Homenaje al escritor Gonzalo España y lanzamiento del libro “El espino y la flor de nácar”. / Foto Pastor Virviescas

El Auditorio del centro de convenciones Neomundo quedó chico ante la cantidad de autoridades, amigos y público en general que acudieron en la noche del lunes 26 de agosto al extenso tributo que en el marco de la XXII Feria del Libro de Bucaramanga le brindaron a este autor que se ha labrado un lugar en la literatura colombiana, principalmente en el género de novela negra.

El presidente de la Academia de Historia de Santander, Armando Martínez Garnica, señaló que España Arenas ha sido desde su temprana juventud un voraz lector de oficio, oidor de historias de la gente de su tierra, investigador y escritor, “considerado un exponente sin par de la novela negra, pues con tres de ellas se situó en el escenario literario nacional como punto de partida de un género, que desarrolló con una peculiar trama en la que el detective es ubicado en una sociedad en la que el delito forma parte del escenario social y de lo cotidiano inevitable, por lo cual su esfuerzo por vencer la criminalidad deviene en un imposible”.

El alcalde Jaime Andrés Beltrán Martínez dijo que España Arenas no solo ha representado dignamente a esta capital, sino que ha inspirado a las nuevas generaciones a tomar un libro, a escribir y pensar.

Luego de la imposición de la Orden al Mérito Ciudadano y de la actuación musical del tenor solista Gabriel Ángel Ruiz Martínez (quien se tomó la licencia de adaptar la composición “Por ti volaré”, del italiano Andrea Bocelli, para cantarle el feliz cumpleaños), España Arenas hizo gala de su estilo espontáneo y agradeció: “Esto era el lanzamiento de un libro pero le colgaron un homenaje. Me asusté muchísimo porque estos homenajes son despedidas, generalmente. Pero no, yo no estoy pensando en irme. Yo los quiero seguir atormentando con mis obras”.

El escritor santandereano Gonzalo España Arenas. / Foto Pastor Virviescas

Entonces habló de su trayectoria que empezó escribiendo ensayos históricos, luego incursionando en el relato de lo que fue y de lo que pudo haber sido, así como en biografías y en la novela policíaca. “Yo no adquirí un título académico y no me sujeté a una horma académica. Y eso me salvó, porque fui libre y fui irresponsable y no rendí cuentas, y escribí y estudié lo que se me dio la gana”, manifestó, recibiendo a cambio un aplauso cerrado.

Controlados los nervios, España Arenas tuvo tiempo para referirse a autores santandereanos como Tomás Vargas Osorio, Jesús Zárate Moreno, Pedro Gómez Valderrama, Gustavo Cote, Pablo Montoya Campuzano, Daniel Ferreira y escritoras como Silvia Galvis, Aída Martínez Carreño, Elisa Mujica Velásquez, Andrea Cote, Natalia Londoño y Anastasia Espinel, entras tantos otros, pidiendo que se les tenga presentes, estudiando su producción intelectual y bautizando una calle o avenida de la ciudad con sus nombres.

Gonzalo es autor de “El país que se hizo a tiros”, “Galería de piratas y bandidos de América”, “Señorita”, “Odios fríos” y “Humboldt, el muchacho de la Cruz del Sur”, entre tantas obras y relatos, haciendo brillar las letras santandereanas en el escenario colombiano.

A segunda hora sí se produjo la presentación de “El Espino y la flor de nácar”, cuya esencia España Arenas definió de esta manera: “Este libro tiene un simbolismo muy grande. Los santandereanos somos un espino, porque somos bruscos, somos duros, somos insobornables y somos arrechos, pero llevamos adentro una florecilla que es la flor de nácar, diminuta, aterciopelada y que parece el beso congelado de una doncella. Esa es la pequeña ternura que llevamos en el alma. Y cuando los santandereanos por alguna razón nos enamoramos derramamos amor a raudales y somos los seres más queridos del mundo. Esa es la contradicción que arrastramos: el espino y la flor de nácar”. 

De izquierda a derecha: Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, y Gonzalo España, escritor condecorado. / Foto Erika Díaz

“La Mesa de los Santos no es otra cosa que un romance entre el espino y la flor de nácar”, dice en uno de sus apartes esta novela que recupera el origen y la memoria de sus habitantes, los personajes y lugares que le han dado vida a este lugar, entremezclando historia, mitos y humor. Convirtiéndose en un libro que con seguridad interesará a lugareños y visitantes. La provocación fue complementada por una lectura llevada a cabo por su coautor y pariente remoto Samuel Arenas Güissa.

Además, esta novela hecha a cuatro manos fue su tabla de salvación -al borde del suicidio”- durante la época de encierro en la Mesa de los Santos causada por la pandemia de covid–19. Es, a su vez, el resultado de dos años de trabajo y una especie de continuación de “El Santero”, porque los seres de carne y hueso, así como los espíritus chocarreros que merodean por esas montañas y planicie, siguen dando tema para plasmar en unas hojas en blanco. Pretenden con ella, admitieron, generar un rato de solaz en sus lectores o, por el contrario, una condena pública o una pedrada.

Ulibro 2024 contó con el esfuerzo de la Universidad UNAB y el apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Biblioteca Nacional, el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de la Alcaldía de Bucaramanga, la Cámara de Comercio de Bucaramanga, la Gobernación de Santander, Coordinadora, ESSA, Delthac Seguridad, Centro Comercial Cacique, Banco de la República, El Espectador, RCN Neomundo, entre otras.