El columnista del diario El Tiempo presentó su nueva novela titulada “Río Muerto”, ambientada en los años 90 que tiene como eje principal la violencia latente del país.

Gimena K. Velandia y Felipe Jaimes
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En el segundo día de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2020, el escritor Ricardo Silva Romero expuso su decimotercera novela titulada Río muerto. El encuentro se transmitió en la página web Ulibro.com.

El escritor, graduado de la Universidad Javeriana, magíster en cine de la Universidad Autónoma de Barcelona, y autor de la columna «Marcha fúnebre» del diario El Tiempo, conversó con el director de la emisora Radiónica, Álvaro González Villamarín. 

Tras el lanzamiento de Historia oficial del amor (2016) y Cómo perderlo todo (2018), Silva Romero comenzó el proceso creativo para sembrar su más reciente obra. Fue hasta 2020 que esta novela salió a la luz, justo en el año que se revivió la llama de la violencia en el país. 

En los 60 minutos que duró el encuentro, el autor desveló el parentesco de los personajes y el contexto de su obra, con el ambiente actual de miles de colombianos que perdieron a sus familiares en medio del conflicto armado que el país ha afrontado por más de 50 años.

Leer y escribir sin pausa

En el desarrollo del conversatorio, Silva Romero reveló que después de culminar Cómo perderlo todo, lo siguiente que iba a publicar era un texto relacionado con el ciclismo a un ritmo de publicación más pausado. No obstante, “solo habían pasado semanas de haber culminado el trabajo, cuando una persona me contó una historia que no podía esperar”, relató el autor al sentirse identificado con aquel relato sobre un padre asesinado en frente de su casa.

Con 22 obras publicadas y redactando semana tras semana su columna en El Tiempo, el escritor bogotano confesó que aprendió a no dejar de escribir grandes periodos y menos hacer ‘duelo’ en medio de sus obras.

En la piel del personaje

El inicio de Río Muerto presenta a Salomón Palacios, quien fue asesinado y dejó a su esposa Hipólita y a sus hijos Maximiliano y Segundo. Partiendo de esta premisa el escritor explicó que “el dolor de la muerte de esta historia es contada desde adentro tanto de las víctimas como de los victimarios”, dando a entender que detrás de cada rol hay una versión y argumento.

Postura que reafirmó al ser cuestionado por la pequeña brecha que hay entre víctimas y victimarios, a lo que respondió: ”En los matones de la novela podemos denotar que son víctimas porque han sido abusados”. Además deja entrever que esta novela es un espejo del ciclo de odio y violencia que ha caracterizado las épocas más oscuras de Colombia.

Las 156 páginas de la novela son para Silva, “el tamaño idóneo para contar estas historias que suceden en el país todos los días”. Admite que Río muerto es una novela que se lee sin prejuicios de ideologías, entrando de lleno en una desgracia que hace comprender al lector que nada justifica un accionar violento. Por ello, escogió la ficción para narrar una historia que no necesita antecedentes para mostrar que la violencia “simplemente es un fracaso humano que nos debe producir la necesidad de resistirse a que eso sea posible”.

Si quiere revivir el conversatorio con Ricardo Silva Romero, haga clic en este enlace.