En el encuentro “La depresión sin filtros” de Ulibro 2020, Margarita Posada habló sobre su libro “Las muertes chiquitas” y su experiencia con la depresión.

Por Daniela Bueno y Lucía García
dbueno555@unab.edu.co
lgarcia73@unab.edu.co

Como parte de la programación de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2020, organizada por la Universidad Autónoma de Bucaramanga, la periodista y escritora Margarita Posada Jaramillo participó de la conversación “La depresión sin filtros”. En la charla contó su experiencia con esta enfermedad mental que después de varios años la sigue acompañando.

Durante una hora Posada Jaramillo habló sobre su libro Las muertes chiquitas. A través de una serie de palabras que resaltan en su obra literaria, se llevó a cabo el conservatorio en el que la depresión fue el eje central.

Hace seis años empezó a escribir su tercer libro, pensando en que no volvería a caer en el padecimiento que había atravesado. Quería responder la pregunta ¿qué nos salva del suicidio? Sin embargo, en su proceso de escritura la depresión volvió a su vida.

“Si quiero tocar el corazón y la cabeza de alguien que esté sufriendo tengo que ser rigurosamente honesta”. Bajo esta idea, Posada Jaramillo decidió seguir con su obra literaria contando desde su experiencia lo que es vivir con depresión. En otras palabras, plasmar su vida en esas hojas.

Reviva la charla en Ulibro 2020:

Honestidad

Para la escritora y periodista, la honestidad es clave para las personas que sufren de depresión.  En su libro invita a quienes día a día lidian con ella a “salir del clóset”, pues afirma que la depresión es el nuevo “clóset” donde metafóricamente es tener la vida guardada.

“Si suben las cifras de depresión eso está bien porque quiere decir que hay más gente en tratamiento y aceptando que tiene esa enfermedad. La cifra que realmente sería dramática, y que hay que bajar, es la del suicidio” afirmó

Desde su experiencia, aceptar su condición fue un proceso largo. Sin embargo, comenta que para pedir empatía es necesario empezar por contarles a los demás, ya que muchas veces el principal culpable “es uno mismo” por esconderlo.

Sanación

La pintura, Primo (su perro) y el yoga la ayudan a llevar su condición, aunque su principal terapia ha sido la escritura. Es consciente de que no hay una cura y por eso reconoce la importancia de mantener vigilado este aspecto. “La mejor manera de combatir esta enfermedad es día a día”, afirma.

A lo largo del conversatorio, también recordó anécdotas de su infancia y algunas de sus experiencias como periodista. Vea la charla completa aquí.