Por Pastor Virviescas Gómez

Se le encharcan los ojos, su voz se entrecorta y debe apurar un sorbo de agua. Es la respuesta espontánea de Carlos Enrique Cavelier Lozano, presidente de lácteos Alquería, una empresa que cuenta con ocho plantas de producción, catorce centros de producción, es dueña de Freskaleche y tiene más de 4.500 empleados.

Este bogotano de 62 años se emociona cuando el rector de la UNAB, Juan Camilo Montoya Bozzi, le pregunta por su interés y esfuerzo complementario en temas como la educación y la lucha contra el hambre. Relata el caso de un niño de estrato dos e hijo de una lavandera del municipio de Chía (Cundinamarca), quien gracias a una beca pudo estudiar en el encopetado Liceo Francés de Bogotá, aprendió el idioma en un año, fue el mejor entre todos, se hizo acreedor a otra subvención para ir a Europa y va camino a consagrarse como experto en física óptica gracias al doctorado que cursa.

“El potencial está ahí. Simplemente hay que buscar las oportunidades para que la gente salga adelante”, manifestó satisfecho ante decenas de empresarios, estudiantes, docentes, emprendedores y líderes en formación convocados por CORE School of Management y Ulibro en el Campus ‘Rafael Ardila Duarte’, de la UNAB, el pasado jueves 16 de febrero.

Carlos Enrique Cavelier Lozano, presidente de lácteos Alquería / Foto Pastor Virviescas Gómez

“No soy multimillonario en capitales atesorados, pero sí quiero ser multimillonario en educación, en ayudas a los bancos de alimentos, en que la gente pueda vivir mejor. En eso quiero ser lo más generoso posible, como fueron mis padres y mis abuelos”, afirma este ‘cacao’ que confiesa cancelar puntualmente todos los impuestos que haya que pagar y quien ni por un instante ha pensado irse del país.  

Soñar en grande pero siendo inclusivos, trabajar duro-duro, educación de calidad y empleo formal son cuatro de los tantos referentes de Cavelier Lozano, quien con destreza cita al Nobel Milton Friedman o al mismísimo Buzz Lightyear, y sentencia que para crear en este país una sociedad más moderna, productiva e innovadora, se debe romper la connivencia con la corrupción, aprender a ponernos más de acuerdo mediante el diálogo y alejar la envidia de nuestras vidas a la par que abracemos la modernidad económica.   

Juan Camilo Montoya Bozzi, rector de la UNAB, y Carlos Enrique Cavelier Lozano / Foto Pastor Virviescas Gómez

“Coordinando sueños. El camino de Alquería hacia la sostenibilidad”, no es un libro simplemente para ojear o lucir en la biblioteca, sino para estudiar, recomienda este antropólogo, sociólogo, experto administrador público formado en las universidades de Vermont y Harvard (Estados Unidos), motor de las fundaciones Alquería Cavelier y de Empresarios por la Educación, que con tanto kilometraje acumulado de proyectos hechos realidad, matizados por endeudamiento con bancos, embargos de proveedores, acogerse a la Ley 550 de reestructuración y ‘salvamento’, sociedades fallidas y porrazos de la vida, escribió esta crónica de 422 páginas en las que cuenta de manera sencilla cómo ha salido avante de las crisis.

Es también la reflexión de un soñador que ha navegado en la política como concejal de Cajicá, diputado y representante a la Cámara empuñando las banderas del inmolado Luis Carlos Galán, correspondiéndole pagar con creces su paso por la Secretaría General del Ministerio de Justicia, para luego remar contra viento y marea en compañía de su esposa Tita Piedrahita sacando avante la primera procesadora privada de leche líquida a nivel nacional.

Las regalías generadas por la obra del Empresario del Año en Colombia 2019 –según reconocimiento otorgado por el diario Portafolio–, serán donadas al Banco de Alimentos de La Guajira, con lo cual predica y aplica su propósito de llevar bienestar a los más necesitados.

Reviva la charla con Carlos Enrique Cavelier en el siguiente video: